Arte en Manos de Mujer
Con materiales orgánicos y técnicas muy particulares, un trio de creadoras se empodera del trabajo artesanal para expresar conceptos desde los más simples hasta los más complejos haciendo caso omiso a los tiempos de pandemia.
Fotos y texto Carlos Ruiz
Foto portada: La artista Heon Suk Hon en su taller.
@carlosmanuelruizsuarez
Marta Lorca viene del mundo del arte, fue comisaria y traductora durante mucho tiempo en distintos museos, profesión que le ha permitido viajar por todo el mundo. Cuenta que el moldear en barro lo tenía como un hobby y que apenas hace 5 años fue que se lo tomó en serio. Empezó haciendo cuencos y platos pero su trabajo ha ido evolucionando al igual que sus “miedos”.
A esta instintiva ceramista que tiene de cliente a la baronesa Thyssen, le interesa muchísimo la búsqueda del lenguaje que se genera en el trabajo con las manos ya que según ella “el barro es una materia viva que a veces no te deja hacer lo que tú quieres”. Afirma que sus piezas-consideradas por no pocos expertos como verdaderas obras de arte- “tienen muchas imperfecciones” pero admite que eso le gusta a la gente.
“De lo cotidiano tenemos que aceptar estas imperfecciones porque es lo que le da personalidad a mi trabajo. Vuelcan la emoción y las energías formando parte de un ciclo. Por eso es que no trabajo con moldes, hago mis piezas sobre la misma pieza”.
Un tanto aislada en su taller de la Sierra Madrileña, Lorca se considera una persona afortunada porque hace lo que le viene en gana. Investiga y mezcla materias primas con su arcilla en una constante evolución maravillosamente básica. Una conducta que se siente en sus flores glaseadas y en sus criaturas raras del fondo del mar, danzantes, llenas de curvas y movimientos orgánicos.
A quien le gusta que la gente le hable y le comente sobre sus obras, el confinamiento generado por la pandemia le trajo mucha paz para dedicarse a producir sus piezas artísticas. “No quiero ir a ningún sitio, sólo quiero comunicar”, confesó.
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Vajillas con alma
Hace siete años, la española Nuria Blanco, tomó la cerámica como si fuese un soporte de papel. Graduada en Bellas Artes, su don especial es el dibujo. Obsesionada con la botánica y las ciencias naturales, esta ilustradora plasma sus trazos en llamativas vajillas combinables tipo “puzzle” de uso cotidiano.
“Soy muy esteta, produzco objetos bonitos con los que se pueda convivir”, subrayó la colorista dejando claro que si se aburre de un formato salta a otro rápidamente “mucho más creativo”. Actualmente, se encuentra enganchada al reino animal y vegetal con su nueva colección llamada “Terra”, donde las texturas y los movimientos de los seres vivos le han servido para crear interesantes objetos con “almas”.
Para quien aspira que su arte sea reconocido a nivel internacional-aunque ya París y México han hecho guiño a sus creaciones- el hecho de haber estado en casa confinada le permitió valorar más los objetos con los que vive.
Memoria de porcelana
Al entrar al pequeño taller de Heon Suk Hong, en Madrid, llama la atención las diferentes figuras confeccionadas con un delicado papel tradicional coreano de nombre “hanji”, elaborado a partir del árbol de la morera que ella misma trae de su país de origen.
Afortunadamente, el trabajo de esta joven artesana con más de 20 años en España, es ilimitado ya que también trabaja la cerámica con moldes que decora con diversas técnicas de serigrafía y estampación.
Cuenta la artista que curiosamente fue su pequeña hija la que motivó su trabajo cuando surgió la necesidad de incentivarle el orden a través de la elaboración de unos originales percheros en forma de manitas.
Así, un sinfín de jarrones, tazas y cuencos de porcelana decorados con calcos, hoy día plasman la esencia de su firma ceramic.paper. “Saco moldes para cada pieza, vierto polvos de porcelana y las trabajo en finas capas dependiendo del grosor deseado. Las tallo y las limpio. Luego viene un largo proceso de cocción y esmaltado”, explicó Heon sin celos resaltando que “la porcelana tiene muy buena memoria, por eso, hay tratarla bien”.
Indiscutiblemente, sus piezas están en una constante evolución como si se tratase de un juego de formas combinadas. Por ello, la pandemia ha sido la chispa que ha hecho explotar aún más su creatividad.


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