María Bauza, una española que hace historia

María Bauza Villalonga es una de las científicas españolas con más relevancia internacional. Estudió matemáticas e ingeniería física en la Universidad Politécnica de Cataluña y formó parte del Centro de Formación Interdisciplinaria de la Universidad Politécnica de Cataluña. Actualmente vive en Boston donde investiga para el prestigioso centro MIT, Massachusetts Institute of Technology y donde desarrolla proyectos de robótica e inteligencia artificial.

Por Mar Molina

De formas y trato encantador, Bauza, despliega autoridad y rigor en sus análisis. Nos tranquiliza ante cierta “psicosis” que alerta sobre el fin de lo humano en manos de la robótica. Una de sus fotos más características en sus redes sociales es la imagen en blanco y negro del quinto Congreso de Solvoy de 1927. Un congreso que pasó a la historia por la relevancia de las discusiones científicas entorno al principio de Incertidumbre de Heisenberg y por la dimensión de los científicos que formaron parte de él. Toda una declaración de principios para esta científica de 24 años.

Usted quedó tercera en la segunda edición del exigente Amazon Picking Challenge con su brazo robótico ABB. Este concurso internacional consiste en que sistemas automáticos deben ordenar libros y paquetes en estanterías por si solos. ¿Qué reflexiones extrajo de su participación?

Se trata de un problema complejo en el que hace falta tener en consideración muchos factores al mismo tiempo. Para empezar, el sistema necesita poder reconocer dónde se encuentra cada objeto, cabe destacar que en el concurso había pocos libros. Una vez el objeto deseado está localizado, es necesario decidir cuál es la mejor estrategia para que el robot lo coja. Para ello hace falta razonar no solo sobre la localización de ese objeto sino también sobre los objetos que están a su alrededor dado que pueden interferir en el proceso. Por ejemplo, si el robot quiere coger una caja de pañuelos, pero encima de ésta se encuentran un par de calcetines, el robot tiene que ser capaz de primero apartar los calcetines y luego coger la caja. Este tipo de razonamiento se traduce en la necesidad de tener un algoritmo capaz de hacer planes complejos que involucran múltiples acciones. Una vez el robot consigue coger un objeto, el siguiente paso es asegurarse de que ha cogido el correcto y moverlo al lugar deseado de forma eficiente y compacta para que no ocupe más espacio del necesario.

Su campo de trabajo es la interacción entre la mente y la mano. Una conexión compleja y a su vez tremendamente cotidiana. ¿Que nos puede explicar de su labor en esta especifica área de la robótica y la Inteligencia Artificial?

Para el avance de la robótica en general, es fundamental que los robots sean capaces de interactuar con su entorno. Este es el objetivo principal de los “roboticistas” que se dedican a la manipulación. En mi caso, creo que es central dotar a los robots de “tacto” dado que sin él, tareas tan simples como coger una cerilla o cerrar la mano al recibir un balón son difícilmente realizables por los humanos. Como conseguir que los robots tengan tacto es una pregunta sin respuesta clara, pero existen hoy en día sensores muy prometedores con los que es posible detectar qué fuerzas se están aplicando a un objeto, cuál es la forma de este o cómo se está moviendo (el sensor Gelsight es un buen ejemplo).

Las habilidades manuales son uno de los signos distintivos de la humanidad según muchos estudios neurológicos, psicológicos y lingüísticos. ¿No les está dotando a sus robots de una habilidad tremendamente poderosa? ¿O están todavía “torpes” en la manipulación de objetos?

Estamos muy lejos de conseguir una manipulación que sea comparable a la de los humanos. No creo que haya motivo para plantear esta cuestión de forma tan negativa. Nos falta bastante para conseguir robots que sean capaces de funcionar de forma consistente y efectiva en ambientes dinámicos como una cocina o un supermercado convencional.

Usted trabaja con el concepto de incertidumbre aplicada a los robots. ¿Cómo se puede conseguir que el robot extraiga información de un objeto que no ha manipulado anteriormente, o que ni siquiera ha visto o tocado?

Esto se puede conseguir mediante generalización. Del mismo modo en que los humanos podemos ver una nueva silla y rápidamente asignarle un peso aproximado, el material del que está hecha o la fuerza que nos haría falta para levantarla; en la robótica estamos intentando hacer algo similar. La idea detrás de ello es que si podemos aprender de la experiencia, como los humanos que tras habernos sentado en muchas sillas no tenemos problema en reconocer otras y sentarnos en ellas; los robots deberían poder usar sus previas experiencias para razonar sobre nuevos objetos. De forma muy localizada, el machine learning consigue este objetivo y nos permite atribuir propiedades a objetos nuevos a partir de la información obtenida de otros.

He leído que en su equipo de investigadores del grupo MCube hay un gimnasio para robots. ¿Para qué sirve exactamente?

Se trata de un ‘robot arena’, una plataforma rígida donde los robots puede realizar experimentos de forma supervisada. Para mejorar y agilizar la investigación, es importante que los robots se encuentren en lugares seguros y con todos los dispositivos y sensores necesarios a su alcance. En mi laboratorio, tenemos 2 robots situados en una misma plataforma y equipados con numerosas cámaras, sensores de fuerza y otros mecanismos con el fin de poder investigar de forma rápida y eficiente como los robots interactúan con el entorno.

La capacidad manipulativa de los robots es sumamente importante en los trabajos de catástrofes naturales, accidentes naturales o fugas de petróleo. También en la cirugía médica donde se podría llegar a operar en zonas extremadamente inaccesibles o incluso de forma telemática. ¿Cómo van los avances científicos en estas áreas?

Aunque no soy experta en estos temas, sé que se están haciendo progresos y un ejemplo de ello es el robot DaVinci. Aun así, no siempre es fácil pasar de los resultados dentro del laboratorio al mundo real. Justo este es uno de los problemas más importantes que debemos afrontar en robótica. Nuestras soluciones deben poderse aplicar en el mundo real de forma robusta y fiable.

Quizás quienes más han de “vigilar” a estos robots manipulativos son los empaquetadores y los reponedores ya que la automatización de tareas manuales amenaza al actual esquema de muchas industrias alimentarias o grandes almacenes. ¿cuál puede ser el impacto de la robotización en estas industrias?

No está nada claro que realmente el avance tecnológico destruya más trabajos de los que crea. Además, cuando a un trabajador con un empleo repetitivo y manual se le pregunta: ¿le gustaría que sus hijos tuvieran el mismo trabajo que tiene usted? La respuesta casi siempre es negativa y creo que eso es algo fácil de comprender. Cuando pensamos en el mejor futuro para nuestros hijos nos vienen otros empleos a la mente, ya sea astronauta, futbolista, médico o abogado. Estos empleos en general requieren destrezas que en las próximas décadas los robots difícilmente van a poder alcanzar. Dicho esto, es probable que los robots, al igual que las maquinas ya hicieron en su momento, reemplacen algunas tareas que ahora mismo hacen los humanos. Pero a mi parecer, las tareas que van a tomar son justamente aquellas que raramente las personas queremos hacer. No creo que los robots supongan un problema de cara a tomar empleos, más bien es posible que ayuden a que la calidad de los empleos aumente y con ello la satisfacción de las personas al sentirse más útiles e irremplazables.

¿Le gusta la ciencia ficción? ¿cree que al resto de los humanos que no nos dedicamos a la ciencia nos hincha la cabeza con escenarios imposibles?
No especialmente, soy más de leer non-fiction libros. Pero si me pregunta a mí, creo que muchas obras de ciencia ficción tienden a basarse en torno a un elemento dotado de características increíbles como puede ser un robot con cualidades humanas, un coche volador o una maquina que tele transporta; pero al mismo tiempo dejan el resto de elementos inalterados. Por eso cuando miramos películas que se ambientaron en el futuro vemos como la gente tiene coches voladores, pero en cambio no aparecen portátiles, smartphones o tabletas.

¿Por qué menciono esto? Porque en realidad la tecnología y la ciencia avanzan de forma progresiva. Los cambios no son de un día para otro y por eso las personas tenemos tiempo de ir adaptándonos a los cambios tecnológicos. Cuando yo era pequeña, el internet iba muy lento, ahora cuando no es instantáneo ya me preocupo. Si los robots van a ocupar un papel fundamental en nuestra sociedad, este cambio no va a ser repentino sino mucho más gradual. Esto permitirá que nos acostumbremos y lo aceptemos fácilmente como a día de hoy aceptamos que nuestras fotos e información personal estén disponibles a nivel global o que con solo un clic se pueda detectar nuestra localización vía GPS y usarla para hacernos recomendaciones.

¿Se imaginaba que el tacto tendría tanta importancia en su carrera profesional? ¿A dónde quería llegar cuando empezó su carrera y a dónde quiere llegar actualmente?

La verdad es que no. Cuando me tocó elegir carrera escogí hacer dos, pero elegí ingeniería física y matemáticas que a simple vista poco tienen que ver con robótica. Más adelante aprendí informática y ello me llevo a la robótica. Nunca tuve claro en qué quería trabajar, pero mi ilusión era poder ser científica algún día. ¿Dónde me veo en un futuro? De momento mi prioridad está en hacer un buen doctorado. Después es probable que busque alguna posición de investigación ya sea en la universidad o en empresa. Afortunadamente la robótica y la inteligencia artificial son campos con mucha demanda así que no me preocupa en especial.

¿Echa de menos Menorca? ¿Qué le preguntan sus conocidos cuando la ven por la isla?

Menorca es un lugar fantástico y me siento afortunada de haber podido pasar allí mi infancia junto con mi familia y amigos. Por eso intento volver a menudo, al final la familia y las raíces no se pueden ni se deben olvidar.

¿Se imagina por Catalunya en un futuro?

La probabilidad de terminar en Catalunya/España no es nula, pero ahora mismo tampoco está en mi mente. En España hacen falta recursos para la investigación, no se puede comparar con EEUU u otros países. Por ello siempre se hace difícil pensar en volver. Me encanta la gente y el ambiente de España pero de cara a poder desarrollar mi carrera científica eso ya es otro tema.

¿Cómo ve la carrera por el liderazgo de la tecnología? En qué posición está Europa

Son días complicados para hablar de ello, sobre todo viendo la situación política actual. EEUU sigue siendo un claro líder pero Europa, China o Australia también están aportando mucho al progreso de la robótica. Algunos países de Europa en particular están apoyando mucho la investigación y eso les ayuda a poder aportar a la comunidad científica. Creo que cuando un investigador tiene que pasar gran parte de su tiempo consiguiendo financiación y haciendo burocracia es que algo no se está haciendo bien.

COMPARTE!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *