Cuántos días necesita el cerebro para lograr un descanso mental profundo en vacaciones

Diferentes estudios comprobaron que combinar el tiempo libre con ciertas actividades ayuda a relajarse, mejora el sueño y favorece el bienestar. Acá les contamos cuáles son las claves para aprovechar al máximo ese descanso y volver renovados.
– Según el estudio centrado en las vacaciones largas, éstas deben tomarse de 15 hasta 34 días, con una media de 23, aunque se podría establecer que la cantidad ideal es la de 8 días, sabiendo que el beneficio de ese descanso no será duradero en el tiempo.
Un estudio realizado por el doctor Claudio G. Waisburg, médico y neurocientífico, director del Instituto SOMA y ex jefe de Neurología Infantojuvenil de INECO Argentina y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, explicó a Infobae el por qué el cerebro necesita vacaciones: “El estrés crónico puede afectar negativamente al cerebro, disminuyendo la concentración y la capacidad de tomar decisiones.
Las vacaciones permiten desconectar de las rutinas diarias, lo que facilita la reducción de los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Además, experiencias nuevas y estimulantes pueden aumentar la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para formar y reorganizar conexiones sinápticas”.
El experto científico comprobó que viajar mejora habilidades como la memoria y la creatividad. Además, pensar en unas semanas de descanso aporta motivación y entusiasmo a lo largo del año. La idea de salir de la rutina, viajar a nuevos destinos —ya sean cercanos o lejanos—, despierta una emoción única. Según expertos, las vacaciones son fundamentales en medio del ritmo diario y las obligaciones de la vida, ya que el cerebro requiere periodos de descanso para funcionar.

¿Cuánto tiempo es el indicado para descansar?
En cuanto a la cantidad ideal de días de vacaciones, el doctor El doctor Waisburg señaló que, aunque un breve descanso puede ofrecer beneficios, “la evidencia sugiere que períodos de vacaciones de al menos, dos a tres semanas son más efectivos para lograr unadesconexión mental significativa y una mayor flexibilidad cognitiva. Un estudio realizado en 2016 encontró que, tras dos o tres semanas de vacaciones, los trabajadores mostraban una mayor flexibilidad cognitiva, lo que indica que este período es beneficioso para la mente”.
Otra investigación realizada por la Universidad Tampere de Finlandia estudió la cantidad perfecta de días que deben durar las vacaciones para que la persona no vuelva con la sensación de cansancio o de que nunca se desconectó de sus obligaciones. Según el estudio centrado en las vacaciones largas, desde los 15 hasta los 34 días, con una media de 23 se podría establecer, aunque los resultados no son duraderos en el tiempo, que la cantidad ideal sería de 8 días.
Si bien es cierto que los beneficios positivos se pueden experimentar desde el día uno, es a partir del octavo día cuando la persona comienza a olvidarse de las responsabilidades del trabajo y desaparece el estrés. Es en ese momento, cuando se alcanza el pico máximo de bienestar.

¿Y qué ocurre si se toman menos días de vacaciones?
El estudio encontró que la salud y el bienestar de los empleados mejora durante las vacaciones cortas (4-5 días), pero concluyeron que sus beneficios duran poco tiempo. “En conclusión, las vacaciones cortas son una ‘cura’ eficaz, aunque no muy duradera, para mejorar la salud y el bienestar de los empleados”, dijeron los científicos.
Durante el tiempo de vacaciones resulta benéfico incluir en las actividades a realizar en esos días ‘libres’ tratamientos de belleza que favorezcan la salud, el descanso y el bienestar. Y es que los mismos investigadores estudiaron si unas vacaciones de una semana con ejercicio regular mejoraban la sensación de bienestar, encontrando que efectivamente, brinda ese beneficio, se mejora la calidad del sueño y la variabilidad de la frecuencia cardíaca, y se ayuda a la capacidad para responder adecuadamente al estrés.
Igualmente, asistir al spa y realizarse tratamientos de salud y bienestar de una semana de duración, durante las vacaciones produjo mejoras importantes, que se mantuvieron durante las seis semanas posteriores.

La importancia de tomar vacaciones
El doctor Waisburg explicó que, desde una perspectiva filosófica, el descanso ha sido valorado como un componente vital para el equilibrio y la plenitud humana. “Corrientes como el Zen enfatizan la importancia de alternar entre la actividad con la quietud, reconociendo que en la pausa reside la oportunidad de introspección y renovación. Este equilibrio entre acción y reposo no solo favorece el bienestar mental, sino que también potencia la capacidad del cerebro para adaptarse y aprender”.
“Esta capacidad es conocida como neuroplasticidad y permite que nuestras experiencias y aprendizajes moldeen las conexiones neuronales, facilitando el desarrollo denuevos circuitos, traducido en nuevas habilidades y la recuperación de funciones tras lesiones. Sin embargo, para que la neuroplasticidad opere de manera óptima, es esencial proporcionar al cerebro períodos de descanso adecuados”, destacó Waisburg.
Añadiendo: “las vacaciones, en este contexto, se presentan como una oportunidad invaluable para desconectar de las rutinas diarias y reducir el estrés acumulado. Al alejarnos de las demandas constantes, permitimos que el cerebro descanse y procese la información de manera más eficiente, fortaleciendo las conexiones sinápticas y facilitando laconsolidación de la memoria de mediano y largo plazo. Este proceso es fundamental para el aprendizaje y el desarrollo de habilidades, ya que durante el descanso se fortalecen las conexiones neuronales formadas durante el día”.
Cómo “resetear” el cerebro en vacaciones
Diversas investigaciones han comprobado que ciertas actividades en las vacaciones se asocian a mayores beneficios para la salud mental:
1. Vacaciones en la naturaleza. La experiencia de descansar en medio de la naturaleza contribuye a la reducción del estrés y favorece el bienestar emocional. La incidencia de los espacios azules (mar, lagos, etc.) y verdes (bosques, parques, etc.) resulta muy positiva y funcionan como agentes desestresores y que mejoran la salud. Los beneficios que brindan los espacios azules, según un estudio de BlueHealth son:
- Lugares de encuentro para socializar
- Reseteo cognitivo: ayudan a recuperar la mente cansada
- Mayor biodiversidad
- Mayores oportunidades para hacer ejercicio
- Desarrollo de habilidades prácticas para la vida, por ejemplo, natación, remo, canotaje, etc.
2. Retiros de meditación. La práctica de la meditación en las vacaciones “podría ayudar a aliviar el mayor problema de las vacaciones, a saber, la rápida disminución de sus efectos positivos”, dijeron los investigadores. Además, producen mayores mejoras a largo plazo en la atención, la fatiga y el bienestar en comparación con las vacaciones sin meditación.
3. Vacaciones en acción. Tal como se mencionó, las vacaciones en las que se practican actividades físicas regulares, como marcha nórdica o ciclismo, mejoran la sensación de bienestar y la salud.