Obras de la cubana Carmen Herrera se exhiben Londres
Por Lorena Benéitez
Historiadora del arte contemporáneo
Próximos a Kings Cross St Pancras, Russell Square y British Museum se encuentra en Camden Mews la muestra individual de una gran trabajadora silenciada, Carmen Consuelo Marta Herrera y Nieto (La Habana, 1915). Pintora incansable de manos artríticas -a sus ciento cinco años- seducida por la recta y “lo menos es más”.
La exposición “Carmen Herrera: Colour me in” (hasta el 8 de enero de 2021) presenta obras de la colección propia de la creadora: Estructura (Orange), (2007/16) y Kyoto (Black), (1966/2016). De una colección privada: Two Yellows (1992) y Horizonal (1992). De la colección Tony Bechara: Verticals 2 (1989), Composition Blue & White (1989), Black & Orange (1989), Green’s Way (1988) y cinco bocetos -sin título- realizados entre 1987, 1986 y 1982.
Tony Bechara (Puerto Rico, 1942) la define como “destiladora”. Por la persistencia de buscar el diálogo entre el color y la forma. El uso de la geometría abstracta, las dinámicas de color y otras posibilidades expresivas a lo largo de su evolución incesante. A los que se unirían el interés de otros patronos y filántropos en su puesta en valor al mercado del arte contemporáneo. Ella Fontanals-Cisneros (Cuba, 1944), Patricia Phelps de Cisneros (Venezuela, 1949), Alana Faena (Argentina, 1963), Jorge M. Pérez (Argentina, 1950) o Juan Yarur Torres (Chile, 1984).
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Carmen Herrera trabaja con Manuel -asistente ecuatoriano- desde el apartamento cerca de Union Square en Manhattan inventándose a sí misma. El documental “100 years show” (Estados Unidos, 2015) por la directora Alison Klayman repasaba la vida de este ser humano en su área de producción, dedicada al arte con el apoyo incondicional de su esposo, Jesse Loewenthal. Al visionarlo, crecemos todos.
El primer catálogo formal fue realizado por Nigel Prince -actual director de Artes Mundi en Cardiff- al quedar asombrado por sus rasgos minimalistas. Entonces era curador -entre 2004 y 2010- de la Galería Ikon en Birmingham. En el 2012 inspiraba la colección de moda Resort del diseñador Narciso Rodríguez (Estados Unidos, 1961) con las obras, Sin título (1948) o Amarillo dos (1971).
Por mayo del 2017 se vendía en Christie’s -dentro del Lote 58 de Latin American Art- Verticals (1952) -acrílico pintado en el París de la Postguerra- por 751.500 dólares. El mismo París donde aprendía de las opciones estéticas del Arte Concreto cubano o brasileño y el Arte Madí uruguayo y argentino. Entre pinturas y esculturas con formatos irregulares, poco usuales y experimentales. Con su aportación en “Great Women Artists” (Phaidon, 2019) esperemos brotes de la sororidad entre las hermanas.
Descubre, hace e inventa. Revisa materiales. Con base arquitectónica transforma piezas, las hace ascéticas, brillantes, sencillas, depuradas, con sensación de espacio y movimiento. Libertad. Lo esencial.
Queremos a Carmen Herrera por esa querencia a la sobriedad y su resiliencia de por vida, ahora en tiempos de pandemia. Brotes de aire puro con mascarilla, hasta el 8 de enero del 2021 en The Perimeter.
¿Dónde?
Nos ubicamos en The Perimeter (Londres, 2018) dirigida por el abogado, copresidente de Tate Young Patrons y coleccionista de arte contemporáneo, Alexander Petalas. En sus comienzos contaría con asesores expertos Sadie Coles, Prue O´Day o Stuart Shave of Modern Art.
Alexander Petalas se inspiró para este proyecto, especie de galería de arte contemporánea en la influencia ejercida por el Reniee Museum tras la visita al barrio chino de Vancouver en Canadá. Trasladando las ideas a las antiguas caballerizas de principios del siglo XIX en Bloomsburry donde se albergó los talleres de astilleros y metalurgia para la construcción de casas adosadas a la zona.
La intervención de 6A Architects generó tres pisos en planta y dos subterráneos, con biblioteca, sala de archivos y almacén. Repleto de espacios a doble altura, con luz natural a las obras de arte expuestas permanentemente -cuenta con más de doscientas piezas-, una escalera en voladizo georgiana, todo en roble blanco y latón en accesorios. Inundado por el amor al detalle. Destacar el espejo del baño por Prem Sahib (Londres, 1965) o una balaustrada de níquel plateado remata el buen gusto.
Se accede con reserva previa -con o sin coronavirus- y además os invita a andar descalzos por las instalaciones donde comparte oficina con todas las audiencias. La primera compra la realizó en el 2009, era Eva Rothschild (Irlanda, 1971) y su obra dió nombre al exquisito espacio cultural, The Perimeter.
Carmen Herrera: “Colour Me’ In”. The Perimeter. 20 Brownlow mews. London WC1N 2LE
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