Origen y curiosidades de Green Park

Green Park forma parte del selecto grupo de los ocho parques reales londinenses. Con veintiuna hectáreas de extensión hace las delicias de todos sus visitantes que quieren desconectar del bullicio de la ciudad y pasar un rato tranquilo. Se encuentra entre Hyde Park y el parque de St. James y junto a los jardines de Kensington y Buckingham Palace. En anteriores ediciones de Express News les hablábamos del atractivo de esta gran zona verde de Londres, pero ahora intentaremos remontarnos tiempo atrás para descubrir algo más acerca del origen del parque.

El terreno en el que se encuentra actualmente Green Park fue un lugar pantanoso donde se enterraba a los leprosos de la ciudad que habían pasado su enfermedad en el hospital de St. James, hasta que en el siglo XVI Enrique VIII lo convirtió en un terreno de caza.

Pocos años más tarde pasó a ser propiedad de la familia Pulteney de la que procedía William Pulteney, primer ministro británico durante el reinado de George II y cuya duración en el cargo fue la más corta de la historia, tan solo dos días. Green Park poco más tarde se convertiría en un lugar de duelos siendo el más famoso el disputado entre William Pulteney y John Hervey, segundo barón de Hervey.

Pero no fue hasta 1660 cuando, de la mano de Carlos II, el terreno se transformó en un parque. Realizó diferentes modificaciones, entre ellas, lo rodeó con un muro de ladrillos, construyó diferentes paseos así como una casa de hielo para proporcionarle un refrigerio a sus bebidas en la época de verano. Carlos II disfrutaba realizando varios paseos diarios a través del gran complejo natural. En este momento el parque se encontraba a las afueras de Londres, por lo que en ocasiones se convertía en refugio de bandoleros y ladrones, y no fue hasta bien entrado el siglo XVIII cuando la cosa cambió y Green Park comenzó a ser el lugar elegido para distintas celebraciones, entre ellas, numerosos fuegos artificiales.

Se dice que durante la época de reinado de Carlos II, el monarca solía acudir a Green Park para recoger flores y regalárselas a sus amantes, de las que se tiene conocimiento de al menos ocho. Catalina de Braganza, esposa de Carlos II, se dio cuenta un día de tales acontecimientos por lo que mandó que todas las flores del parque fueran arrancadas y nunca más se volvieran a plantar. De ahí que actualmente se conozca el parque como Green Park por sus grandes extensiones de campos donde predomina como única tonalidad el verde del césped y los árboles. A diferencia de otros famosos parques londinenses llenos de lagos y esculturas conmemorativas, la belleza de este reside en la tranquilidad y serenidad que emanan sus zonas verdes.

Como curiosidad cabe destacar que actualmente hay conductos de comunicación entre palacios y oficinas gubernamentales bajo el suelo de Green Park. Se cree que los orígenes de dichos pasadizos podrían remontarse a la II Guerra Mundial. Actualmente son fácilmente reconocibles por sus techos acristalados.

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