Aumento alarmante de la esclavitud moderna en el sector de atención social del Reino Unido tras cambios en las reglas de inmigración

El número de casos de esclavitud moderna en la atención social del Reino Unido ha aumentado alarmantemente tras la flexibilización de las reglas de inmigración. Más de 800 trabajadores en ancianatos y centros de cuidado fueron considerados víctimas potenciales el año pasado, más de diez veces las cifras previas al plan de visas.
Algunos denuncian condiciones inhumanas, como dormir en habitaciones frías y recibir solo una fracción del salario. También se informa de tarifas exorbitantes pagadas a agentes por costos de visa significativamente menores.
Activistas instan a controles más estrictos sobre empresas privadas de atención. La comisionada contra la esclavitud, Eleanor Lyons, expresa profunda preocupación por el riesgo de explotación.
La organización Unseen registra más de 800 posibles víctimas, un aumento del 1,100% en 2021, tras la inclusión de trabajadores asistenciales en la lista de ocupaciones escasas en 2022.
El aumento se vincula con la decisión de hacer elegibles para visas temporales a trabajadores extranjeros de servicios sociales, otorgando 180,000 visas en 18 meses. Cubrieron más de 165,000 puestos, pero generaron explotación preocupante.
Casos registrados superan umbrales de esclavitud moderna, aunque no alcanzan los legales para procesamiento penal. Justine Carter de Unseen insta a exigir pruebas a operadores de atención sobre trabajadores extranjeros.
Jane Townson de Homecare Association denuncia nuevas empresas estafando a trabajadores extranjeros y colocándolos en condiciones deplorables, destacando la responsabilidad moral de garantizar seguridad y trato justo.
El CQC advierte que la esclavitud moderna es ahora «una característica» del mercado de asistencia social. James Bullion, inspector jefe, proyecta 50 referencias para este año, multiplicando casos por diez en tres años.