Crean escuadrón especial para investigar casos de delitos y abusos en la Policía Metropolitana
Crean escuadrón especial para investigar casos de delitos y abusos en la Policía Metropolitana, como parte del plan para limpiar la reputación de la fuerza, tras el lapidario informe condenatorio que la califica como institucionalmente racista, homofóbica y misógina.
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El Scotland Yard, como también es conocido el ente policial, está luchando contra su mayor crisis de corrupción desde la década de 1970, advertió el máximo jefe del organismo policial más famoso del Reino Unido, el comisionado Sir Mark Rowley, a medida que surgiera nueva evidencia de la molestia generalizada de las denuncias de abuso sexual y doméstico contra los oficiales.
La revisión de las acusaciones anteriores fue desencadenada por el escándalo de David Carrick, donde la fuerza perdió repetidas pistas de que el oficial armado de la policía metropolitana era una amenaza para las mujeres, mientras que atacó al menos 12 víctimas durante un período de 20 años, cometiendo 85 delitos graves.
En una carta publicada el jueves al secretario del Interior y al alcalde de Londres, el comisionado, Sir Mark Rowley, reveló que la fuerza examinó 1.131 acusaciones anteriores de violencia sexual o doméstica por parte de oficiales y personal contra mujeres de la última década.
Solo en una minoría de casos (246) los jefes de policía estaban convencidos de que se habían tomado las decisiones correctas de dejar a los acusados en la fuerza.
Pero en el 78 % de las acusaciones anteriores hubo preocupaciones, mientras que 689 casos, el 61 %, necesitan más trabajo, ya que hubo «líneas de investigación nuevas o perdidas».
En otros 196 casos de 2012 a 2022, hubo preocupaciones lo suficientemente graves como para que estos oficiales vuelvan a ser examinados y el peligro que podrían representar sea recién evaluado. Potencialmente podrían ser expulsados.
Los expertos han advertido que las cifras reales podrían ser aún más altas, ya que muchas mujeres nunca denuncian ataques en la creencia de que no se haría nada.
Rowley dijo que la misión de erradicar las irregularidades llevaría «años» y describió los hallazgos como «preocupantes». Reveló que el esfuerzo renovado de la fuerza para investigarse a sí misma había visto a los detectives reclutados para luchar contra el crimen grave y organizado y el terrorismo.
Prometió «levantar la piedra» y dijo que la mayoría de los oficiales apoyaban los esfuerzos: «Lo más urgente es eliminar el cáncer del cuerpo», apuntó
Rowley está tratando de demostrar que acepta los graves problemas del ente policial y está progresando en abordarlos seis meses después de su comisionado para que la fuerza pueda evitar la división.
Su voto de limpiar la Policía Metropolitana se produce después de que el oficial Wayne Couzens fuera declarado culpable de secuestrar, violar y asesinar a Sarah Everard y se reveló que Carrick era uno de los peores atacantes sexuales en serie de la historia británica.
En ambos casos, más tarde se reveló que podrían haber sido identificados mucho antes como peligros para las mujeres.
Rowley, que salió de la jubilación para solicitar convertirse en comisionado en septiembre de 2022, dijo que su desafío era tan grave que estaba a la par con el desafío al que se enfrentó Sir Robert Mark cuando se convirtió en comisionado en 1972, y abordó la corrupción financiera profundamente arraigada.
Rowley dijo: «En mis entrevistas con el secretario del Interior y el alcalde el verano pasado para este puesto, estaba hablando de la necesidad de hacer lo más serio de duplicar los estándares que hemos hecho en 50 años. Eso estaba claro para mí desde fuera del Met…»
Cuando se le preguntó si se refería al desafío al que se enfrenta Mark, Rowley dijo: «Sí, exactamente, en términos de la escala».
Una serie de revisiones e investigaciones solo refuerzan la opinión de Rowley de que hay varios cientos de oficiales en el Met que necesitan ser expulsados. Añadió que quería que fuera más rápido y fácil eliminar a los oficiales sospechosos.
Uno de cada 200 oficiales tiene una condena penal, y la barra ocho los ha recibido antes de unirse. Tres fueron por delitos sexuales después de unirse, mientras que 49 fueron por delitos de deshonestidad o violencia.
Otros delitos incluyen la posesión de drogas, daños penales y delitos de orden público. Todos aquellos con condenas serán revisados para ver si son aptos para servir.
Rowley dijo que apoyaba la prohibición de los oficiales con condenas y advertencias por la violencia contra las mujeres, y dijo que la fuerza puede prohibir unilateralmente la adhesión de prácticamente cualquier persona con una condena.
En su carta y en una sesión informativa a los periodistas, el comisionado reveló:
Los controles de 10.000 de los 50.000 oficiales y personal del Met contra las bases de datos policiales mostraron 38 casos de posible mala conducta y 55 casos de una posible asociación con un criminal, todos los cuales serán investigados más a fondo.
Las investigaciones de mala conducta grave, que pueden conducir a despidos, han aumentado un 62 % a 431, y tales audiencias tardan menos tiempo en celebrarse.
Un total de 144 oficiales fueron suspendidos del servicio, el doble que a partir de septiembre de 2022, con 701 en funciones restringidas.
Ha habido un aumento del 70 % en los despedidos, o que se van antes de que pudieran ser despedidos, en los últimos seis meses.
El mes pasado, el informe de Louise Casey para el Met encontró a la fuerza podrida y rota, dividida por el sesgo institucional y con la confianza pública rota.
El jefe del Met puede haber «perdido su momento» para revisar la fuerza, dice Louise Casey
Harriet Wistrich, del Centro para la Justicia de la Mujer, que luchó contra la policía para hacer frente a las irregularidades, dijo que las cifras sobre los oficiales no aptos para servir y aquellos que son un peligro para las mujeres pueden ser subestimadas.
«Explica cómo un abusador como Carrick pudo permanecer en la policía durante tanto tiempo a pesar de los múltiples informes en su contra», dijo.
«Sabemos que muchas mujeres son demasiado temerosas para denunciar a los agentes de policía y, por lo tanto, podemos asumir que puede haber muchos más agentes de policía que abusan y que nunca han sido objeto de investigación».
Tanto la secretaria del Interior, Suella Braverman, como el alcalde de Londres, Sadiq Khan, se excendió en apoyo de los esfuerzos de Rowley.
Braverman dijo: «La actualización de Sir Mark sobre el trabajo para erradicar a los oficiales no aptos demuestra la magnitud de este desafío, pero confío en su plan para dar la vuelta al Met y asegurarse de que la fuerza esté entregando para el público».
Khan dijo que los hallazgos eran inquietantes, pero mostró que Rowley era serio.
«Este es un primer paso importante hacia la reconstrucción de la confianza pública, que es tan vital para la vigilancia por consentimiento, pero todavía queda mucho más por hacer», dijo.
A los oficiales de la Policía Metropolitana se les ha impedido abordar delitos graves y terrorismo y, en su lugar, se les ha dicho que investiguen las irregularidades en la fuerza.
El comisionado Sir Mark Rowley dijo que alrededor de 90 oficiales habían sido trasladados de la lucha contra el crimen organizado al equipo de estándares profesionales del Met.
Ha dicho que hay cientos de oficiales que no deberían estar en la fuerza.
Se produce después de que la fuerza fuera calificada de institucionalmente racista, homofóbica y misógina en un informe condenatorio.
En una carta abierta al alcalde de Londres y a la ministra del Interior, Suella Braverman, Sir Mark dijo que los oficiales habían sido desviados a la Dirección de Normas Profesionales (DPS) de la fuerza.
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“No solo hemos aumentado nuestro DPS en 150 personas, sino que la escala y la urgencia de este trabajo ha significado desviar a los oficiales de otras misiones, como el crimen organizado y grave y la lucha contra el terrorismo”, escribió.