Edwin Serna, operador de bares y discotecas en Londres, habla sobre las nuevas restricciones en el sector
A partir del pasado jueves 24 de septiembre, todos los pubs, bares y restaurantes comenzaron a cerrar sus establecimientos a las diez de la noche, como parte de las nuevas medidas anunciadas por el gobierno británico, para frenar la propagación del coronavirus.
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Con los últimos anuncios, no es posible consumir en la barra sino únicamente en la mesa, y no se permiten reservas para más de seis personas, justamente el número máximo permitido para reuniones también en otros espacios, públicos o privados.
Los negocios están obligados por ley a tomar los datos de contacto de los clientes para poder rastrearlos en caso de que exista algún brote vinculado al lugar, y los empleados tienen que usar mascarillas.
Incumplir cualquiera de estas normas podría conllevar significativas multas.
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