Partido Laborista busca ganar elecciones generales con promesa de estabilidad
Reconstruir el Reino Unido y dar estabilidad a los británicos es la promesa electoral del partido Laboristas de ganar las elecciones generales en el 2024. La propuesta está siendo oficializada hoy por el líder de la tolda opositora, Kier Starmer, en el marco de la conferencia anual de esa organización política, que se realiza en Liverpool, al norte de Inglaterra. Las más recientes encuestas dan por descontado que el laborismo podría sacar del poder a los conservadores que gobiernan desde el 2010.
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Un nuevo gobierno laborista daría a todos los pueblos y ciudades de Inglaterra nuevos poderes y financiación para impulsar las economías locales, construir miles de nuevas viviendas y crear empleos de alta calidad, es la promesa del líder del partido Laborsta, Keir Starmer, quien podría convertirse en el nuevo primer ministro de ganar las elecciones generales del próximo año.
En la mayor expansión de la devolución desde la última vez que el Partido Laborista estuvo en el poder, promete que los ayuntamientos y las autoridades combinadas obtendrían un mayor control sobre la vivienda y la planificación, las habilidades, la energía y el transporte del tipo que actualmente tienen Londres, West Midlands y Greater Manchester.
“Si queremos desafiar el acaparamiento de potencial en nuestra economía, entonces debemos ganar la guerra contra los acaparadores en Westminster. Devolver el poder y poner a las comunidades en control”, les dirá Starmer a los activistas del partido en su conferencia anual.
“Lo que quiere el pueblo británico es una economía que funcione para todo el país. Los conservadores lo saben. Se encontraban en esta encrucijada antes. Lo llamaron subir de nivel. Pero tan pronto como contaron sus votos, se dieron la vuelta”.
En su discurso en la conferencia laborista, potencialmente la última antes de las elecciones generales, Starmer pone la mira en al menos dos mandatos en el poder en un intento de rescatar a un país “arruinado” por 13 años de gobierno conservador.
El líder laborista promete una “década de renovación nacional”, una señal de que cree que su partido estará en el poder hasta mediados de la década de 2030, aunque reconoce que aún es necesario dar a algunos votantes una razón para respaldarlo cuando el país va a las urnas.
Los planes de transferencia de poderes de Starmer, que según los asistentes laboristas darían a los pueblos y ciudades las herramientas que necesitan para desarrollar sus propios planes de crecimiento a largo plazo, significan que los líderes locales podrían solicitar más poderes, con la presunción de que se les concederían si pueden demostrar un historial sólido sobre la gestión del dinero público.
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El Partido Laborista lidera considerablemente en las encuestas de opinión antes de las elecciones previstas para el próximo año.Su promesa se está centrando en restaurar la inversión empresarial como proporción del producto interno bruto al nivel del último gobierno laborista de 1997 a 2010. Eso significaría 50 mil millones de libras adicionales cada año en la economía británica para finales de la década, equivalente a 1.700 libras por hogar.