Tres candidatas a vacuna buscan consolidarse como una esperanza para combatir la pandemia

Científicos en el mundo han venido trabajando en el desarrollo de una vacuna segura y eficaz contra el coronavirus en tiempo récord.

Justamente la farmacéutica estadounidense Pfizer y la firma alemana BioNTech reportaron el pasado 9 de noviembre, que su candidata a vacuna ha demostrado una eficacia superior al 90% en participantes sin evidencia previa de infección, según el primer análisis de eficacia provisional realizado el 8 de noviembre por un Comité de Monitoreo de Datos, externo e independiente del estudio clínico de Fase 3.

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Según el comunicado de prensa emitido la semana pasada, los datos revisados por el panel de expertos muestran que nueve de cada 10 receptores experimentaron algún tipo de beneficio, superando el punto de referencia del 50 por ciento establecido por supervisores de salud como la agencia de Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), y la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Algunos expertos dicen que están preocupados porque el público está obteniendo una imagen incompleta sobre el éxito de la vacuna que no revela información importante, como a qué grupos demográficos protegió, o si se trataba de una forma leve o grave del virus.

También, han dicho que existe la posibilidad de que la cifra del 90 por ciento cambie a medida que avanza el ensayo y los investigadores recopilen más resultados.

Lo cierto es que este es considerado un desarrollo prometedor, pues el mundo ha esperado ansiosamente cualquier noticia positiva sobre una pandemia que ha matado a más de 1,3 millones de personas.

“Todos los datos aún no están disponibles, sin embargo, un nuevo tercero ha mirado la información hasta ahora, y con ésta ha regresado y ha dicho: ‘Sí, los datos se ven bien, continúen con el estudio’”, manifiesta el Dr. Mobeen Syed.

La tercera y última fase de la vacuna Pfizer-BioNTech comenzó en julio, cuando los investigadores dividieron a 43.538 participantes en dos grupos: uno para recibir la vacuna en estudio y otro para obtener una sustancia inactiva conocida como placebo. 

Según el protocolo del ensayo, la vacuna viene en dos dosis, que se administran con tres semanas de diferencia.

Para mantener el proceso imparcial, las compañías farmacéuticas suelen estar cegadas durante la fase tres a lo que sucede en el día a día en términos de resultados. No obstante, la vacuna de Covid viene con excepciones, como el hecho de saber cuántos casos se han registrado entre los voluntarios.

Una vez alcanzado este hito, el panel independiente de evaluación, puede informar a las empresas sobre cómo van las cosas. Pfizer y BioNTech hicieron su anuncio porque el ensayo alcanzó a documentar 94 casos de Covid-19.

“Necesitamos ver muchos más datos de ese ensayo y de otros. Ellos dicen que los tendrán establecidos a fines de noviembre o diciembre, veremos los datos de los dos grupos, cuántos casos hay en cada uno. También podremos visibilizar los efectos secundarios y muchos más detalles que debemos observar”, expone la Dra. Soumya Swaminathan, Científica Principal de la OMS.

Dos días después de los anuncios de Pfizer, los desarrolladores de la vacuna rusa Sputnik V, mostraron resultados preliminares de la última fase de pruebas clínicas que sugieren que esta tiene una efectividad del 92%. Actualmente 40.000 voluntarios están participando en ensayos clínicos de fase tres de la vacuna.

Se dice que Rusia fue menos prudente que Pfizer en este sentido, pues ese 92% de eficacia se anunció con apenas 20 contagiados de 16.000 voluntarios.

De acuerdo con el comunicado, suscrito por el Centro Gamalaya de Investigación en Epidemiología y Microbiología y el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), esta fue calculada teniendo en cuenta los 20 casos confirmados de Covid-19 divididos entre individuos vacunados y aquellos que recibieron el placebo. La eficacia se demostró sobre la base de un primer análisis intermedio obtenido 21 días después de la primera inyección.

Rusia se convirtió en el primer país del mundo en registrar una vacuna, en agosto, en medio de preocupaciones de seguridad.

Por otra parte, en septiembre, la vacuna se administró por primera vez a un grupo de voluntarios de las «zonas rojas» de los hospitales rusos. La observación de 10.000 voluntarios vacunados adicionales que representan a médicos y otros grupos de alto riesgo, fuera de los ensayos clínicos, también confirmó la tasa de eficacia de la vacuna de más del 90 por ciento.

“La historia de Sputnik V es un medio que brinda acceso a información global sobre las vacunas introducidas con líderes científicos y formadores de opinión, esta es una historia sobre cómo enfocamos la vida de regreso a la normalidad”, ha manifestado Daria Egorova, investigadora senior, en medio del material que la compañía ha querido brindar para su difusión.

Los informes de las vacunas se basan en datos preliminares de ensayos clínicos que todavía no han concluído.

Algunos expertos dicen que lo ideal es que en un ensayo de decenas de miles de participantes se contagien entre 150 y 160 personas antes de dar datos sobre su eficacia.

Cabe destacar que la Covid-19 ha acelerado los procesos de desarrollo de las vacunas. En total son 10 las que se encuentran en la fase tres o en la etapa final de prueba.

En varios países se habla de que los primeros en recibir la vacuna serían los grupos de riesgo, por ejemplo, personas ancianas. También se ha planteado que el personal sanitario sea de los primeros grupos en recibirla.

Y aunque faltan pasos para que una vacuna pueda empezar a distribuirse, la  mayoría de países confía en que para la próxima primavera ya se hayan iniciado las primeras campañas de vacunación.

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