Cronología de una pandemia

Ulysses Maldonado F 

Fotos Arelys Goncalves 

Hace un año por estas fechas estábamos en la expectativa y con cierta incertidumbre por el anuncio de la Organización Mundial de la Salud, cuando informó de la presencia de un caso de coronavirus por fuera de las fronteras de China. 

Y llegó la pandemia con toda su fuerza. 

El 20 de enero de 2020 se convirtió para muchos en una fecha fatídica y de no recordación cuando se confirmó que el virus se transmitía entre la especie humana y hasta diez días se confirmó que el virus sería de un alto riesgo para la salud pública, como asunto de interés internacional. 

Pero la noticia continuaba sin llamar mucho la atención. Además, estaba en China, lugar que se consideraba lejano y que por lo tanto no nos podía “tocar”. 

Que lejos y que ingenuos nos mostramos en pensar o siquiera imaginar lo que se avecinaría en los meses siguientes. 

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Evolución de una crisis 

En diciembre de 2019 las autoridades chinas informan a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre una serie de casos de neumonía en la ciudad de Wuhan, en la provincia de Hubei. Llaman al patógeno “nuevo coronavirus” o 2019-nCoV (posteriormente SARS-CoV-2) y a la enfermedad, coronavirus 2019 o, abreviada, Covid-19. 

El 3 de enero de 2020, la BBC publica el que se considera el primer artículo sobre el caso. Se refiere a un “virus misterioso” que ha afectado a 44 personas. Informaciones posteriores fijaron el primer caso el 17 de noviembre de 2019, con un paciente de 55 años. 

El 11 de febrero, La OMS bautiza el coronavirus de Wuhan con el nombre “Covid-19”. 

Para el 11 de marzo de 2020, la OMS declara que el coronavirus ya puede definirse como una “pandemia” y que eso “debe impulsar a tomar acciones más agresivas e intensas”. 

Para el 13 de marzo todavía el Reino Unido da prioridad a la economía. El primer ministro, Boris Johnson, decide no tomar por el momento medidas drásticas contra la pandemia. 

16 de marzo el equipo de respuesta Covid-19 del Imperial College advierte que unas 250.000 personas morirán en Gran Bretaña a menos que se adopten medidas más draconianas. 

20 de marzo Johnson ordena el cierre de pubs y restaurantes en todo el país, así como los cines, clubes nocturnos, teatros, gimnasios y centros de ocio. El ministro de finanzas, Rishi Sunak establece el esquema de protección laboral por coronavirus, con el gobierno, cubriendo el 80% de los salarios del personal que no trabaja, hasta 2,500 libras por mes. 

El 23 de marzo Boris Johnson decreta el confinamiento durante tres semanas. Tres días después, se da la noticia de que el primer ministro británico ha dado positivo por coronavirus. 

El 5 de mayo el Reino Unido superó a Italia como la nación europea con más muertos por coronavirus y se convirtió en la segunda a nivel global, por detrás de Estados Unidos. 

Para el 6 de junio la Plaza del Parlamento en Londres se llenó de miles de personas para la protesta Black Lives Matter contra el racismo y la violencia policial en el Reino Unido. El 7 de junio, el ministro de Salud, Matt Hancock, declaró que, aunque apoya el argumento de las protestas, existe «indudablemente» un riesgo de un aumento potencial en el número de casos de Covid-19 y la propagación del virus. 

El 2 de julio el gobierno revisó el número total de casos en 30.302 porque algunas personas se contaron dos veces en las cifras anteriores. El aumento real del número de casos para el 2 de julio fue del 576 o del 0,18%.​ 

17 de julio: el Secretario de Salud Matt Hancock pidió una revisión urgente de cómo se registraron las muertes por coronavirus en Inglaterra. La Salud Pública de Inglaterra había dicho que las cifras de muertes incluían a personas que habían dado positivo durante el virus meses antes de su muerte. ​ 

24 de julio en Inglaterra, la nueva normativa hizo obligatorio el uso de revestimientos faciales en la mayoría de las tiendas, centros comerciales, oficinas de correos y centros de transporte público. Aquellos que no acataran las reglas podrían ser multados hasta con 100 libras esterlinas. Las cubiertas faciales seguían siendo opcionales para usar en otros lugares públicos interiores, incluidos museos, cines y peluquerías. Quedaban excluidos de las normas los lugares en los que el uso de una máscara podría ser «poco práctico», como restaurantes y gimnasios. Las exenciones están disponibles para los niños menores de 11 años, las personas con enfermedad física o mental o discapacidad, y para cualquier persona a la que causaría angustia significativa. 

27 de julio se registró el primer caso confirmado de una infección animal por SARS-CoV-2 en el país, que se detectó en un gato y el ministerio de salud del Reino Unido dijo que el animal probablemente había contraído el coronavirus de sus dueños, pero no había evidencia de que las mascotas u otros animales domésticos puedan transmitir la enfermedad a los seres humanos. ​ 

30 de julio el gobierno anunció que la población del Gran Mánchester, el este de Lancashire y partes de West Yorkshire se enfrentaban a nuevas restricciones, prohibiendo que distintos hogares se encontraran o reunieran dentro de las casas después de un aumento de los contagios. Las nuevas reglas de confinamiento, que entraron en vigor a medianoche, significaron que a las personas de diferentes hogares no se les permitía reunirse en casas o jardines privados. 

31 de julio el gobierno dijo que estaba retrasando una mayor facilidad de restricciones del confinamiento en Inglaterra hasta al menos el 15 de agosto, debido a los recientes aumentos de los casos. Esta facilidad de restricciones de bloqueo habría permitido que los «ajustes de mayor riesgo», incluyendo boleras, pistas de patinaje y casinos, se abrieran el 1 de agosto. ​ 

2 de agosto se declaró un incidente importante en el Gran Mánchester después de aumentos en las tasas de infección por coronavirus. ​ 

12 de agosto el recuento de muertos para Inglaterra se redujo en más de 5.000 a 41.329. Anteriormente, las personas en Inglaterra que murieron en cualquier momento después de una prueba positiva, independientemente de la causa, fueron contadas en las cifras. Sin embargo, las otras naciones del Reino Unido tuvieron un período de corte de 28 días. 

Y haciendo un salto en este relato, llegamos al 8 de diciembre, fecha simbólica ya que el Reino Unido se convirtió en el primer país occidental en comenzar a distribuir una vacuna contra la Covid-19. Una mujer de 90 años fue la primera en recibir la dosis de inmunización de Pfizer/BioNTech. Margaret Keenan, se convirtió en la primera persona en recibir la dosis del programa de vacunación más grande de la historia del país, en una jornada denominada “V-Day” o “Día-V”. 

En esta trayectoria de saltos y sobresaltos y después de haber sido de los países más reticentes a la hora de confinar y pese a la mala gestión inicial de la segunda ola, el Reino Unido está a la cabeza de Europa en la lucha contra la Covid-19. 

Fue el último de Europa,considerado como el alumno rezagado. Pero ahora es donde las restricciones están tardando más en relajarse. Y eso que los británicos llevan la delantera con su exitosa campaña de vacunación.  

Prácticamente a la fecha son un poco más de 23 millones de personas las que han recibido ya la primera dosis. Solo Israel y los Emiratos Árabes Unidos, entre los países más poblados, han suministrado más pinchazos per cápita. 

Boris Johnson ha aprendido la lección y apuesta ahora por la política de dar pasos “cautelosos”, pero “irreversibles”. Hasta la fecha, más de 125 mil personas han fallecido en el país a causa del virus 

Esta es la línea que ha marcado su esperada intervención en Westminster hace algunas semanas, donde ha publicado la hoja de ruta para suavizar el tercer confinamientoimpuesto en Inglaterra el pasado 6 de enero. Gales, Escocia e Irlanda del Norte tienen sus propias competencias, pero la desescalada irá prácticamente a la par. 

El “premier” ha presentado un plan de cuatro fases que comenzóel pasado 8 de marzo con la reapertura de colegios, permitirá el disfrute de las terrazas para mediados de abril y finalizará, siempre que los casos vayan disminuyendo, el próximo 21 de junio, cuando terminen ya todas las prohibiciones.  

Por lo tanto, los británicos se quedan sin lugar para una escapada en Semana Santa, pero, a priori, podrán disfrutar este verano de sus vacaciones. 

En cualquier caso, desde la casa de gobierno, Downing Street, aún no se ha detallado cuándo se reanudarán los viajes internacionales.  

Posiblemente no será sino hasta el próximo 12 de abril cuando haya una estrategia concreta. Aunque todo apunta a que los desplazamientos internacionales no esenciales continuarán vetados, al menos, hasta el 17 de mayo. Seis de cada 10 agencias de viajes han adelantado que tendrían que despedir más de una quinta parte de su personal si no hay un plan claro de cara al verano, lo que equivaldría a una pérdida de medio millón de puestos de trabajo. 

El 20 de marzo Johnson ordena el cierre de pubs y restaurantes en todo el país, así como los cines, clubes nocturnos, teatros, gimnasios y centros de ocio. 
Atracciones turísticas, museos, galerías y palacios históricos también se han visto afectados por este confinamiento que ha obligado a los diferentes centros culturales a permanecer a puerta cerrada. La esperanza es que a partir del 21 de junio haya un ambiente cercano a la normalidad con la puesta en práctica del proceso de vacunación.

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