EL ROCK, una roca inamovible
La fecha: 25 de junio, Hyde Park. El cielo estaba dubitativo: llover, hacer calor o frío. Muy cerca, un gran escenario esperaba a los Stones, que quizá hayan estado dudando también, hasta lo último, si colgar las guitarras y no hacer más conciertos -el rock surgió como expresión de rebeldía juvenil.
Justo sesenta años después de su primer concierto en Londres, volvieron a tocar en la capital británica. Mick Jagger (78 años), Keith Richards (78) y Ronnie Wood (75) podían haber perdido la inercia de sus giras tras el parón de la pandemia y haberse dedicado a lo mismo que muchos jubilados, jugar al dominó, ver la telenovela Eastenders o irse a España a tostarse bajo el sol.
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Sin embargo, las ‘Piedras Rodantes’ no encuentran ningún muro que los pare, ni siquiera el covid. La industria discográfica hace mucho que solo promociona a cantantes jovencitos, al igual que el cine, con su plétora de superhéroes para público adolescente.
Ahora los ancianos no son venerados como en nuestra época. El máximo saber no lo tiene el mayor del grupo, sino el que es capaz de tener un filtro para fotos selfies que lo saquen más joven. A pesar de ello, los Rolling Stones llenaron el recinto de Hyde Park dos noches consecutivas.
En la primera noche, Paul Mc- Cartney (80) actuó en el Festival de Glastonbury, sudoeste de Inglaterra. Allí cantó con otro “jovencito” de 72 años, Bruce Springsteen. El día anterior, en Hyde Park, cantó Elton John (75). Parece que el rock es una roca inamovible donde ciertos cometas musicales icónicos han decidido subirse para tocar hasta el Armagedón.