Finanzas públicas en Reino Unido limitadas, riesgo de recortes fiscales antes de elecciones
Las finanzas públicas del Reino Unido están tan limitadas que quienquiera que gobierne en los próximos años -los conservadores en el poder o el Partido Laborista- tendrá poco margen para recortar impuestos o aumentar el gasto, mostró un informe de un importante grupo de expertos el martes.
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El Instituto de Estudios Fiscales advirtió que ofrecer a los votantes un recorte de impuestos antes de las elecciones previstas para 2024 correría el riesgo de provocar una «fiebre económica a corto plazo», mayores tipos de interés del Banco de Inglaterra y una recesión prolongada.
Más adelante, el débil crecimiento económico, los altos niveles de deuda y las crecientes exigencias sobre el gasto público, desde salud hasta defensa -problemas que el Reino Unido comparte con muchos otros países ricos- probablemente mantendrían la estrecha situación sobre el próximo gobierno.
«El precio de nuestros altos niveles de endeudamiento, nuestra incapacidad para estimular el crecimiento y los altos costos de endeudamiento probablemente será un período prolongado de impuestos elevados y gasto ajustado», dijo Instituto de Estudios Fiscales.
La economía británica luchaba por crecer incluso antes del doble golpe de la pandemia de COVID-19 y el aumento de los precios de la energía, los cuales desencadenaron una ola de endeudamiento gubernamental.
Las previsiones del banco estadounidense Citi, que contribuyó al informe de Instituto de Estudios Fiscales, mostraban que el Reino Unido estaba más retrasada que otros países europeos con respecto a su tendencia de crecimiento económico anterior a la COVID.
El Fondo Monetario Internacional dijo la semana pasada que la economía británica sería la más lenta entre las economías del Grupo de los Siete en 2024.
El jefe de las Finanzas Públicas, el canciller Jeremy Hunt, descartó recortes de impuestos significativos en su actualización presupuestaria del 22 de noviembre, a pesar de la presión de los legisladores de su Partido Conservador, alarmados por la gran ventaja de los laboristas en las encuestas de opinión.
Hunt dijo la semana pasada que la factura de intereses de la deuda del gobierno podría ser hasta 30.000 millones de libras más alta, debido a la alta inflación y las altas tasas de interés.
La futura jefe de Finanzas del Partido Laborista, Rachel Reeves, ha subrayado que seguirá un objetivo fiscal similar al de Hunt: reducir la deuda como porcentaje de la economía, que se ha triplicado en los últimos 20 años hasta alrededor del 100%, y al mismo tiempo promete acelerar el débil crecimiento de Gran Bretaña. tasa.
El Instituto de Estudios Fiscales dijo que hasta el momento el Partido Laborista había anunciado planes para sólo pequeños aumentos de impuestos específicos, lo que planteó dudas sobre su capacidad para financiar inversiones que podrían impulsar el crecimiento económico.
El actual gobierno británico está en camino de haber aumentado los impuestos más que ningún otro desde la Segunda Guerra Mundial, según el Instituto de Estudios Fiscales.
El grupo de expertos dijo que la decisión de Hunt de congelar los umbrales a partir de los cuales la gente comienza a pagar tasas más altas de impuesto sobre la renta significaría que el 16% de los contribuyentes pagarán esas tasas más altas dentro de cinco años, frente a sólo el 4% a principios de los años 1990.
La congelación de los umbrales del impuesto sobre la renta conduciría a un aumento fiscal anual de 52.000 millones de libras para 2027/28 que el gobierno probablemente tendrá dificultades para mantener, dijo el Instituto de Estudios Fiscales.
Carl Emmerson, subdirector del Instituto de Estudios Fiscales, dijo que la combinación de presiones crecientes sobre las finanzas públicas por parte de la asistencia social, la demanda de más servicios públicos, el lento crecimiento económico y la elevada deuda significaban sólo una cosa.
«Eso simplemente indica que hay que tener una carga fiscal más alta en el mediano plazo», dijo Emmerson.
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Pero Emmerson dijo que los desafíos a largo plazo relacionados con el envejecimiento de la población eran menos graves en Gran Bretaña que en otros países comparables.