La batalla que libran Enrique y Meghan con la realeza británica

La brecha entre la pareja y la familia real se ahonda tras los duros cruces de acusaciones.

Mientras los televidentes estadounidenses estuvieron pegados este domingo a sus sofás, pendientes de las revelaciones que hicieron Meghan Markle y el príncipe Enrique, en la entrevista más esperada de la temporada, otorgada a Oprah Winfrey (una de las celebridades de la televisión más influyentes de EE. UU.), de este otro lado del Atlántico, en el Reino Unido, se ha creado una gran expectativa sobre sus repercusiones para el futuro de la corona británica, que es vista por algunos como una institución anquilosada y alejada de la vida actual.

Esta entrevista, que fue pregrabada hace dos semanas, ha adquirido especial interés porque se da justo cuando el príncipe Enrique, conocido como el ‘niño rebelde de la Corona’, y su esposa, la exactriz estadounidense Meghan, los duques de Sussex, confirmaron su ruptura total con el yugo monárquico y con ello poder armar tienda aparte en California (EE. UU.), adonde se mudaron a vivir hace casi un año, junto con su pequeño hijo, Archie.

A eso se suma la confirmación de investigaciones internas iniciadas por el Palacio de Buckingham sobre supuesto maltrato ejercido por la duquesa contra una decena de empleados de la casa real.

Las revelaciones reabren las heridas dejadas por el llamado ‘megxit’, como la prensa británica bautizó la decisión de la pareja de desmarcarse totalmente de la monarquía.

Esta institución ha regido al Reino Unido desde el siglo X y está cimentada sobre reglas muy estrictas de comportamiento, a las que se ha ceñido la reina Isabel II, de 94 años, quien en los 69 que lleva como soberana ha tenido que bandear muchas crisis políticas y familiares, como el fin de la Segunda Guerra Mundial, la muerte trágica de la princesa Diana en 1997 y ahora estar aislada en medio de la pandemia de Covid-19 sin poder visitar a su esposo, el príncipe consorte Felipe, convaleciente en su cama de hospital.

Algunos analistas han calificado este episodio como una guerra de fuerzas entre el pasado y la modernidad, mientras que otros lo ven más como ‘psicodrama’, en el que tanto la familia real británica como la pareja autoexiliada maniobraron furiosamente antes de que la entrevista fuera transmitida por televisión para intentar moldear la narrativa. “¿Fue Meghan víctima de una familia fría y poco acogedora que la aisló cruelmente después de casarse con Enrique? ¿O era una diva de Hollywood que maltrató a su personal y provocó una ruptura entre la familia y uno de sus jóvenes príncipes más queridos?”.

El drama adquirió su máximo nivel esta semana, cuando se confirmó en un comunicado oficial que, por primera vez en la historia, se abrió una investigación oficial del Palacio de Buckingham, sede de la Corona en Londres, por la queja sobre bullying o acoso, que habrían interpuesto por al menos 10 asistentes reales, que trabajaron para el duque y la duquesa de Sussex, quienes esperan a su segundo hijo.

“La casa real ha tenido una política de Dignidad en el Trabajo durante varios años y no tolera ni tolerará la intimidación o el acoso en el lugar de trabajo”, señala el comunicado oficial.

Al respecto, el tabloide londinense The Mirror detalló que la investigación, ordenada por la reina, examinará las denuncias de que Meghan “humilló” a los ayudantes, sometiéndolos a “crueldad emocional y manipulación”, expulsando a dos asistentes personales. Casi inmediatamente, se divulgaron los primeros extractos de la entrevista para la cadena estadounidense CBS en la que Meghan, de 39 años, acusa a ‘la Firma’, en referencia a la familia real, de perpetuar las falsedades en contra suya y del príncipe Enrique.

En ese mismo orden, fuentes citadas por otro diario, The Sun, Meghan se habría enfrentado con los asistentes reales cuando le dijeron que no podía guardar cajas de prendas de diseñador enviadas al Palacio de Kensington. En el incidente, la duquesa habría confrontado con agresividad al personal palaciego, que le advertía que es una violación del protocolo real quedarse con los regalos.

Uno de los informantes habría revelado al tabloide que en el cruce de palabras, Meghan habría alegado que, como actriz, era perfectamente aceptable recibir regalos enviados por cadenas de moda y marcas de diseñadores. A lo que el personal habría replicado que “eso no era lo que se hacía cuando uno era miembro de la familia real”.

Otro periódico, ‘The Mail’, fue el primero en revelar cómo Meghan había gastado en su primer año de matrimonio cerca de 733.000 libras esterlinas (aproximadamente un millón de dólares).

Estos datos nunca fueron refutados, pero precisamente, en otro extracto de la entrevista con Oprah Winfrey, se ve a Enrique, el sexto en la línea de sucesión a la Corona, después de su padre, el príncipe Carlos, su hermano Guillermo y los tres hijos de este, justificando su distanciamiento de la Corona, para proteger a su familia de “la dañina prensa británica” y evitar que su esposa sufriera la misma suerte de su madre, la princesa Diana.

“Todos estos adelantos no son más que parte de un circo armado por los Sussex para crear más expectativa y captar audiencia”, dijo Johnny Dimonds, el corresponsal de la BBC en la casa real, al comentar que si alguien pensaba que el príncipe Enrique y Meghan iban a restringir sus críticas a los medios británicos, un sector que han dejado en claro que detestan, deberían pensarlo de nuevo.

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Por su lado, Mónica Elliston, experta en asuntos de la realeza británica y una de las pocas guías turísticas de origen latinoamericano con el prestigioso blue badge, le dijo al periódico EL TIEMPO que Meghan y Enrique “se están comportando como niños caprichosos a los que la reina Isabel II complació en todo, y sin embargo no estaban contentos”. Cree la experta que la monarquía británica se mantendrá sólida, contando con el respaldo de sus súbditos como hasta ahora.

A todas estas, en esta saga, a juicio de Elliston, aquí se ha quebrado una regla de oro de la Corona: “Nunca se queje, nunca explique”. Según la comentarista, la realeza británica se mantendrá sólida porque cuenta con el apoyo de sus súbditos británicos que defenderán a la Corona frente a “estas pequeñas chiquillerías de los Sussex”.

De hecho, una encuesta realizada por la firma YouGov reveló esta semana que más de un tercio de los encuestados, 4.628 adultos en el Reino Unido, dijeron que sus lealtades están con “la reina y los miembros de la familia real”, siendo seis de cada diez de las personas mayores de 65 años las que dieron mayor respaldo a la monarquía.

Sin embargo, ese apoyo a la realeza bajó al 27 por ciento de los encuestados más jóvenes, entre los 25 y los 49 años, y a 16 por ciento entre los menores de 24 años. Mientras que apenas un 18 por ciento de los consultados dijeron apoyar a la pareja del megexit.

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