Reino Unido deportará prisioneros extranjeros para abordar sobrepoblación carcelaria
El Reino Unido deportará a los prisioneros extranjeros a sus países de origen como parte de las propuestas para enfrentar la crisis de sobrepoblación carcelaria en todo el país. Así lo anunció el secretario de Justicia, Alex Chalk, quien anunció un plan que también incluye que los delincuentes en Inglaterra y Gales que reciben sentencias de cárcel de menos de un año verán sus sentencias suspendidas y en su lugar realizarán servicios comunitarios.
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La población penitenciaria en Inglaterra y Gales se ha duplicado en los últimos 30 años como resultado de sentencias penales más largas y un enfoque más severo contra los delitos violentos y relacionados con las drogas.
El secretario de Justicia, Alex Chalk, dijo que la decisión del gobierno de encarcelar por más tiempo a personas condenadas por delitos graves requeriría un cambio de enfoque en otras áreas para hacer más espacio en las prisiones.
«Legislaremos para presumir que las penas privativas de libertad de menos de 12 meses de prisión serán suspendidas y los infractores serán castigados en la comunidad», dijo Chalk a los legisladores.
Chalk también dijo que algunos delincuentes menos graves podrían ser trasladados de prisión a una licencia hasta 18 días antes de su fecha de liberación automática, y que se revisaría el uso de la devolución a prisión para los delincuentes en libertad que infrinjan los términos de su licencia.
También dijo que buscaría expulsar a más prisioneros extranjeros desplegando más trabajadores sociales y buscando nuevos acuerdos de transferencia de prisioneros con otros países.
Hasta el viernes, la población carcelaria de Inglaterra y Gales se situaba en un nivel récord de 88.225, un 8% más que el año anterior, lo que deja una capacidad utilizable de 557 plazas, según muestran cifras oficiales.
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Aproximadamente tres de cada cinco prisiones estaban superpobladas en junio de este año, lo que significa que albergaban a más reclusos de los que podían ofrecer con un nivel de alojamiento decente.
Chalk reiteró un compromiso anterior de aumentar la capacidad penitenciaria en 20.000 plazas para mediados de la década de 2020 mediante la renovación de centros antiguos y la construcción de otros nuevos, a un coste de 4.000 millones de libras.