Sedentarismo y comer demasiado, los riesgos de trabajar en casa

@arelys_goncalves 

Ahora que las medidas del gobierno incluyen regresar al trabajo desde casa para los empleados de oficinas en la batalla contra el coronavirus, es conveniente atender también otros peligros a los que nos exponemos en la comodidad de nuestro espacio. 

Tal como indica la Sociedad española de endocrinología y nutrición, “el picoteo y el sedentarismo asociados al teletrabajo favorecen el desarrollo de la obesidad”. 

Y es que uno de los problemas que se pueden presentar al trabajar desde el hogar es caer en la tentación e ingerir más alimentos de la cuenta y con más frecuencia. Al respecto, la doctora Emilia Cancer, miembro de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, explica que al aumento de la comida se suman otros factores: “para muchas personas, teletrabajar supone una reducción de la actividad física global, ya que el ejercicio que se realiza durante el desplazamiento hacia el trabajo desaparece”. 

La experta advierte en la publicación difundida a través de la web de la organización que estos comportamientos pueden desencadenar en casos de obesidad con varias complicaciones de salud asociadas como hipertensión arterial, diabetes mellitus, dislipemia (aumento de colesterol y/o de triglicéridos en sangre), aumento del ácido úrico, artrosis y apnea obstructiva del sueño, entre otros. 

Por su parte, la Fundación española del corazón, agrega: “la inactividad física o falta de ejercicio se considera uno de los mayores factores de riesgo en el desarrollo de la enfermedad cardiaca e incluso se ha establecido una relación directa entre el estilo de vida sedentario y la mortalidad cardiovascular”. Tal como confirma, una persona sedentaria tiene un alto riesgo de sufrir de arterioesclerosis, hipertensión y enfermedades respiratorias. 

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Comer más veces y en menos cantidad 

La recomendación de la especialista en endocrinología es seguir una alimentación saludable con 4-5 comidas al día, “acompañada de ejercicio físico regular y un descanso nocturno reparador”. A su juicio, esto “permitirá mantener un adecuado rendimiento y una buena concentración en el trabajo”. 

Para ella, es fundamental definir los menús, en vista de que la planificación evitará que las personas decidan picar algo antes de la hora de la comida. Otra de las recomendaciones es cocinar solo la cantidad necesaria para no comer en exceso y así también ahorrar un poco. 

La sugerencia es basar la alimentación en las tradicionales tres comidas principales y con dos meriendas entre las comidas. En todo caso, es vital que se evada el consumo de grasas saturadas y azúcares refinados y sal. 

Otro de los puntos importantes para la elección de los alimentos es ir de compras con la barriga llena. “Si vamos con hambre, seguro que escogemos más cantidad de alimentos y, además, innecesarios. Debemos llevar siempre una lista de lo que necesitamos y no pasar por los pasillos que más nos tienten (bollería, pastelería, charcutería, alimentos precocinados, congelados)”. 

Las dos organizaciones coinciden en la dieta mediterránea, muy común en Italia y España, como la más conveniente. Por su parte, el portal MedlinePlus, especifica que esta dieta tiene menos carnes y carbohidratos y se basa en vegetales y grasa monoinsaturada (buena). Incluye más porciones de granos enteros, frutas y verduras frescas, nueces y legumbres, harinas integrales, así como pescado y mariscos. El aceite de oliva es la fuente principal de grasa empleada para preparar los alimentos ya que se considera una grasa saludable y monoinsaturada. 

Las meriendas pueden ser a base de ensaladas con tomates, zanahorias, pepinos o una ración de fresas, piña, melón, sandía, entre otras, que aportan vitaminas, minerales, antioxidantes, agua, fibra y son bajas en azúcares y calorías. Los frutos secos también son una buena opción por sus propiedades saludables, pero sin excesos por su valor calórico. Finalmente, un yogur desnatado también podría servir para complacer el estómago. A ello se suma ingerir agua y evitar jugos y bebidas gaseosas con alto contenido de azúcar.  

Sedentarismo se combate con ejercicio  

Es fundamental incluir en la jornada un espacio para realizar algún ejercicio físico y mantener activo el cuerpo. 

Según lo planteado por el portal de la Fundación española del corazón, el sedentarismo solo se combate con actividad física. “No se trata de convertirse en un atleta de competición. La clave está en modificar los hábitos sedentarios de vida y ocio y transformarlos de forma que se incremente nuestro nivel de actividad física y deporte”. 

Sin embargo, advierte que los adultos que tienen mucho tiempo sin realizar ejercicios deben consultar al médico para conocer sobre qué tipo de actividad es más conveniente: “tan peligroso es para la salud no hacer nada de deporte como lanzarse a un ejercicio exhaustivo y desmedido de forma aislada”. 

En todo caso, lo más adecuado es establecer una rutina en vista de que la actividad física y el ejercicio ayudan al mantenimiento del peso y al control de la tensión arterial y el colesterol. 

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