Muerte de colombiano enciende alerta por crisis en centro de deportación

La muerte del solicitante de asilo colombiano, Frank Ospina, mientras esperaba ser deportado a su país, conmocionó a la comunidad latinoamericana en Londres y generó una sería de protestas y vigilias frente a la sede del Ministerio del Interior o Home Office, así como a las afueras del Centro de Remoción de Inmigrantes de Colnbrook, ubicado cerca del aeropuerto internacional de Heathrow.

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Ospina, de 39 años de edad, se encontraba detenido desde el 2 de marzo pasado, y esperaba ser deportado de vuelta a Colombia, luego de que se negara asilo en territorio británico, confirmaron a Express News fuentes diplomáticas.

Original de la comuna de Siloé, en la ciudad colombiana de Cali, el detenido había llegado al Reino Unido en noviembre pasado en el primer vuelo, después de que las autoridades británicas eliminaran la exigencia de visa de ingreso a los ciudadanos provenientes de Colombia y Perú.

El fallecido tenía familiares en Londres, quienes fueron informados de su situación de detención. Según se supo, Ospina había estudiado ingeniería civil en su país y recientemente se había divorciado, lo que habría motivado su viaje al Reino Unido.

Desde entonces, las diferentes organizaciones defensoras de solicitantes de asilo han venido realizado diferentes acciones exigiendo una investigación sobre el caso en particular y llamando la atención sobre las condiciones adecuadas que se viven en el Centro de Remoción de Inmigrantes de Colnbrook, a donde llegan miles de personas que tienen orden de deportación del Ministerio del Interior.

Cada muerte, un asesinato de estado

“Lloramos en comunidad y en solidaridad con nuestros amigos aún detenidos, exigimos justicia para todos los atrapados en la violencia de la frontera”, refirió la organización SOAS Detainee Support (SDS) en su cuenta de Twitter, al referirse la vigilia realizada la semana pasada por Frank Ospina a las afueras del centro de detención de Colnbrook. “Realizamos una vigilia por Frank Ospina, cuya muerte es el resultado de un régimen fronterizo mortífero”, refirió el comunicado de SOAS. El pasado 5 de abril se realizó otra vigila con un centenar de presentes a las afueras del Home Office, encabezada por otras organizaciones que dijeron que “cada muerte en detención es un asesinato cometido por el Estado”.

Los abogados y las organizaciones benéficas han pronosticado una crisis en desarrollo en la detención de inmigrantes después de la muerte de un detenido y los informes de intentos de suicidio posteriores por parte de otros.

El Ministerio del Interior confirmó que la policía y el ombudsman de prisiones y libertad condicional habían iniciado investigaciones sobre la muerte de Frank Ospina el 26 de marzo. Estaba recluido en el centro de expulsión de inmigrantes de Colnbrook, cerca de Heathrow, junto al centro de detención de inmigrantes contiguo de Harmondsworth.

Un aviso a los detenidos del gerente del centro, Paul Rennie, con fecha del día en que murió Ospina, señalaba: “Con respeto, debo anunciar que el residente, el Sr. Frank Ospina, lamentablemente falleció hoy… Tengan la seguridad de que estamos haciendo todo lo posible para reducir los riesgos de que tales incidentes vuelvan a ocurrir en el futuro».

El periódico británico The Guardian reportó haber recibido informes de varios detenidos que señalaban, que tras circular los informes de la muerte de Ospina, varios detenidos intentaron suicidarse y que algunos detenidos organizaron una protesta en el centro a principios de esta semana.

Las organizaciones benéficas también han destacado los retrasos en la realización de lo que se conoce como informes de la regla 35, que evalúan las vulnerabilidades de las personas detenidas, como si tienen riesgo de suicidio. El Ministerio del Interior no hizo comentarios sobre estos informes.

Los problemas de detención llegan en un momento en que el Ministerio del Interior ha anunciado que ampliará el uso de la detención de inmigrantes. En una hoja informativa publicada el 31 de marzo, los funcionarios dijeron que, según las nuevas normas, “corresponde al Ministro del Interior, y no a los tribunales, determinar cuál es un período de tiempo razonable para detener a una persona”.

“Todos nos sentimos muy frustrados después de la muerte de Ospina. Lo conocí cuando estaba en el ala de inducción y me sorprendió cuando escuché que había muerto. Hay muchas tensiones aquí porque más detenidos intentaron suicidarse después de que circuló la noticia de la muerte del Sr. Ospina”, dijo un recluso del Centro de Remoción .

Por su lado, Pierre Makhlouf, director legal de Bail For Immigration Detainees, dijo a la prensa que a su organización le angustiaba recibir noticias de que un hombre ha muerto y otros han intentado suicidarse en el Centro de Remoción de Inmigrantes de Colnbrook de Heathrow. “Tenemos serias preocupaciones de que la situación se esté deteriorando en el centro. Hemos recibido informes de autolesiones y un empeoramiento de las condiciones generales. El ambiente en el IRC de Heathrow se describe como tensa”, recalcó Makhlouf.

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También se pronunció sobre el caso Emma Ginn, directora de Medical Justice, quien recalcó que “la crisis de inmigración parece haberse profundizado. La trágica muerte de Frank Ospina es impactante. Siempre ha habido, y sigue habiendo, un fracaso total de las salvaguardias clínicas en los centros de expulsión de inmigrantes. Tememos que mientras no se aborden estas fallas, habrá más muertes”.

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