Han ordenado una investigación interna sobre la debacle de la barcaza de migrantes
Los MINISTROS han ordenado una investigación interna sobre la debacle de la barcaza de migrantes en la que 39 solicitantes de asilo fueron evacuados del buque cuatro días después del descubrimiento de la bacteria Legionella en él.
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A Suella Braverman, la secretaria del Interior, y a Robert Jenrick, el ministro de inmigración, se les había asegurado que todas las pruebas y firmas relevantes se habían completado antes de que se permitiera que los migrantes fueran llevados a la barcaza hace 10 días en Portland, Dorset. Sin embargo, no eran conscientes de que había resultados de pruebas pendientes para la bacteria Legionella, que dieron positivo cuando fueron reportados a los contratistas de barcazas, CTM y Landry y King, el lunes 7 de agosto por los oficiales de salud ambiental del Concejo Municipal local.
Este fue el mismo día en que los primeros migrantes abordaron la barcaza Bibby de Estocolmo, pero no fue hasta el viernes por la noche, cuatro días después, que los 39 solicitantes de asilo fueron evacuados después de que los ministros ordenaran su expulsión siguiendo el asesoramiento de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA).
Se entiende que la decisión de dejar que los migrantes subieran a la barcaza a pesar de los resultados pendientes de las pruebas fue una decisión operativa que no fue tomada por ministros, sino por funcionarios del Ministerio del Interior.
Una fuente del gobierno sugirió que los funcionarios también pueden haber quedado en la oscuridad sobre las pruebas de los contratistas de barcazas. Sin embargo, el Ministerio del Interior se negó anoche a confirmar si este era el caso.
Downing Street también sugirió que no había ningún requisito de esperar los resultados de las pruebas de Legionella «de precaución» antes de que se tomara la decisión de poner a los migrantes a bordo.
Confirmando que se había ordenado una revisión, una fuente del gobierno dijo: «La gente está haciendo preguntas, tratando de llegar al fondo de lo que sucedió. Hemos escuchado varias líneas de tiempo y estamos tratando de llegar a la verdad».
La barcaza, diseñada para albergar hasta 500 solicitantes de asilo, es fundamental para los planes del Gobierno de reducir el costo de 6 millones de libras esterlinas al día de alojar a los migrantes en hoteles.
Las pruebas de Legionella, una bacteria que puede conducir a la enfermedad de los legionarios, una forma potencialmente mortal de neumonía, se llevaron a cabo para el consejo de Dorset en los laboratorios de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido, que luego informó a los contratistas el lunes. La autoridad local no le dijo inicialmente al Ministerio del Interior sobre el resultado positivo porque dijo que los contratistas eran el «cuerpo responsable» de la barcaza.
Downing Street dijo ayer que los contratistas tenían «responsabilidad formal de informar al Ministerio del Interior», pero no lo hicieron.
El Ministerio del Interior fue alertado «informalmente» a la Legionella al día siguiente cuando uno de sus funcionarios asistió a una reunión en la barcaza con el consejo de Dorset y los contratistas para discutir los resultados.
Esto fue un día antes de lo que el Ministerio del Interior había admitido previamente haber sido informado.
Sin embargo, el consejo de Dorset no se lo dijo formalmente a la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido y al Ministerio del Interior hasta el miércoles por la noche después de que quedara claro que había «preocupaciones» sobre las medidas en la barcaza para «controlar» las bacterias.
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Se espera que pasen al menos dos semanas antes de que devuelvan los solicitantes de asilo al buque. «El Ministerio del Interior está esperando los resultados de más pruebas. Una vez que se hayan completado, obviamente la intención es devolver a la gente», dijo el portavoz del Primer Ministro.