Jeremy Hunt, intentó revitalizar la economía estancada del Reino Unido
El ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, intentó revitalizar la economía estancada del Reino Unido, con una combinación de reformas en el cuidado de los niños y las pensiones para tentar a las personas a volver al trabajo, así como exenciones de impuestos corporativos para impulsar la débil inversión empresarial.
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Al decir que la sexta economía más grande del mundo ahora estaba lista para evitar una recesión este año, incluso si aún se contrae, Hunt extendió la ayuda para los hogares afectados por las crecientes facturas de energía y congeló un impuesto sobre el combustible de los vehículos.
“Frente a enormes desafíos, informo sobre una economía británica que está demostrando que los escépticos están equivocados», dijo Hunt, ante las burlas del opositor Partido Laborista, que ocupa un lugar destacado en las encuestas de opinión antes de las elecciones previstas para el próximo año.
«En el otoño tomamos decisiones difíciles para brindar estabilidad y dinero sólido», dijo Hunt, quien en octubre pasado se apresuró a ingresar al Tesoro para deshacer los planes de recortes de impuestos que sembraron el caos en los mercados financieros durante el breve mandato de Liz Truss.
«El Fondo Monetario Internacional dice que nuestro enfoque significa que la economía del Reino Unido está en el camino correcto».
Sin embargo, el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, acusó a Hunt de «disfrazar el estancamiento de estabilidad» y dijo que el Reino Unido «está en un camino de declive controlado».
Después de los impactos del Brexit, un fuerte golpe de COVID-19 y una inflación de dos dígitos, este país es la única economía del Grupo de los Siete que aún no ha recuperado su tamaño anterior a la pandemia, después de haber sufrido una década de crecimiento de ingresos casi estancado.
Aunque no se mencionaron las elecciones generales del 2024, donde el partido Conservador podría perder el control del gobierno, la declaración presupuestaria fue vista como intento fallido de darle un empujón a la tolda en el poder.
El jefe de las Finanzas, Jeremy Hunt, trató de mostrar que la economía británica estaba dando un giro en su declaración presupuestaria.
Reino Unido ahora evitará una recesión, dijeron los meteorólogos oficiales, lo que le permitirá a Hunt gastar 20.000 millones de libras en medidas que incluyen más subsidios a la energía para ayudar a los hogares, cuidado de niños para que más personas trabajen e incentivos de inversión para las empresas.
Pero el panorama general de la sexta economía más grande del mundo sigue siendo de crecimiento débil y deuda alta, lo que ofrece poco margen de maniobra fiscal a un gobierno que lucha por revertir su débil posición en las encuestas de opinión antes de las elecciones previstas para 2024.
La perspectiva inmediata es menos sombría: la economía se contraerá un 0,2% en 2023, no un 1,4% como se pensaba anteriormente. Pero los pronosticadores del gobierno aún esperan que los niveles de vida caigan más durante los dos años hasta marzo de 2024 que en cualquier otro momento desde que comenzaron los registros en la década de 1950.
La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria también dijo que las debilidades fundamentales que pesan sobre la economía seguían siendo exacerbadas por el Brexit, que ha afectado la inversión empresarial desde el referéndum de 2016, y por la pandemia que provocó que medio millón de personas abandonaran el mercado laboral, lo que afectó a muchas empresas.
«Todo se suma a una situación en la que Jeremy Hunt hoy tiene que trabajar mucho más duro que sus predecesores solo para evitar que la deuda aumente en tiempos normales», dijo el presidente de Oficina de Responsabilidad Presupuestaria, Richard Hughes. «Y los tiempos normales han sido difíciles de conseguir en los últimos años».
La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria dijo que había grandes interrogantes sobre cuántas personas regresarían al mercado laboral bajo las reformas de cuidado infantil, pensiones y asistencia social que representaban el pilar clave del plan presupuestario a favor del crecimiento del gobierno.
También señaló que los incentivos de inversión comercial de tres años de Hunt adelantarían la inversión a un costo para años posteriores. El opositor Partido Laborista ha prometido «certeza, consistencia e incentivos para la inversión».
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Una encuesta de opinión rápida sugirió que los votantes eran escépticos sobre el último plan de los conservadores: entre las 3100 personas encuestadas inmediatamente después del presupuesto por YouGov, solo tres de cada 10 pensaron que sería bueno para la economía.