Las tarifas de penalización en los ferrocarriles aumentarán de 20 a 100 libras esterlinas

Las tarifas de penalización en los ferrocarriles aumentarán de 20 a 100 libras esterlinas en enero próximo,  en momentos en que los ministros toman medidas enérgicas contra la evasión que cuesta a los contribuyentes alrededor de 240 millones de libras esterlinas al año.

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Los nuevos niveles mínimos de multa se aplicarán a partir de enero bajo las leyes aprobadas por el parlamento ayer miércoles. Es la primera vez que se han aumentado las penalizaciones desde 2005.

El Rail Delivery Group estima que la evasión de tarifas le cuesta a la industria 240 millones de libras esterlinas al año, dinero que sería recaudado por el Tesoro tras la abolición de la franquicia hace 18 meses.

Las nuevas normas se aplicarán a los servicios ferroviarios nacionales en Inglaterra y alinearán el régimen de sanciones con Transport for London y el Metrolink de Manchester, que imponen multas mínimas de 80 y 100 libras esterlinas, respectivamente.

La eliminación de la franquicia en mayo de 2021 puso de cabeza el sistema financiero de la industria ferroviaria. Las tarifas, cobradas anteriormente por los operadores de trenes, que a su vez pagaron una tarifa al Gobierno, ahora se entregan al Tesoro y las compañías ferroviarias reciben un pago fijo para ejecutar los servicios.

Esto significa que la evasión de tarifas afecta a las finanzas públicas, en lugar de a los bolsillos de los operadores de trenes de propiedad privada.

Un portavoz del Departamento de Transporte dijo que se necesitan “tarifas de penalización para actuar como un elemento disuasorio adecuado, y estamos poniendo en marcha un sistema moderno que ayudará a crear un ferrocarril más sostenible».

El aumento de la multa viene con funcionarios de Whitehall, que están luchando por encontrar alrededor de 2.000 millones de libras esterlinas en ahorros anuales.

El cambio posterior a la pandemia al trabajo desde casa, así como otros cambios en los hábitos de viaje, han hecho un gran agujero en los presupuestos de la industria ferroviaria.

Se entiende que unos 97 por ciento de los pasajeros están volviendo a usar los servicios de los trenes en comparación con 2019, pero viajan con menos frecuencia y menos durante las horas pico. Las tarifas fuera de pico pueden ser aproximadamente la mitad del precio de las que se cobran durante las horas punta.

El número de personas en los ferrocarriles durante el típico pico del viernes por la mañana, por ejemplo, es de solo 50 por ciento de los niveles prepandémicas. Sin embargo, el viernes en general es el día más ocupado de la semana para viajar, lo que significa que un gran número de personas viajan fuera de las horas pico.

Es en este contexto que los jefes ferroviarios se han hundido en el mayor conflicto sindical en una generación.

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Los líderes sindicales se oponen a los planes para reducir costos, a pesar de los compromisos de que cualquier despido sería voluntario. Mientras tanto, los sindicatos también están exigiendo aumentos salariales de dos dígitos a cambio de aceptar cambios radicales en las prácticas de trabajo.

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