Aumento del tráfico de drogas en el Reino Unido, menor enjuiciamiento
Los informes de aumento de tráfico de drogas se triplican en el Reino Unido, pero la proporción de casos de enjuiciamiento se redujo de 1 de cada 25 en 2018 a 1 de cada 400 en 2022. Esto según un reporte que analiza los datos oficiales sobre crimen por narcotráfico en el país.
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Los incidentes de tráfico de drogas denunciados a la policía se han multiplicado por cinco en cinco años, sin embargo, la proporción que conduce a un cargo penal está disminuyendo, según muestran las solicitudes de libertad de información (FoI).
En los últimos cinco años, 39 fuerzas policiales que respondieron a las solicitudes de libertad de información, enviadas por Channel 4 para un documental recibieron casi 20.000 informes de aumento.
Sin embargo, la proporción de los informes que se investigaron y dieron lugar a un cargo penal se redujo de 1 de cada 25 en 2018 a 1 de cada 400 en 2022. Se encontró solo 54 casos en los que un sospechoso había sido arrestado y remitido al Servicio de Fiscalía de la Corona.
El documental, que forma parte de la serie Untold, está pidiendo un cambio en la ley para que el aumento sea un delito penal, en lugar de tener que utilizar otras leyes, como la Ley de Delitos Sexuales o la Ley de Delitos contra la Persona.
El Parlamento británico ordenó al Ministerio del Interior que escribiera un informe sobre cómo abordaría el aumento de casos de narcotráfico para abril de este año, sin embargo, aún no se ha publicado.
Un portavoz del Ministerio del Interior dijo que había habido un retraso en la publicación del informe estatutario, que ahora está programado para finales de otoño.
La abogada Charlotte Proudman, que es entrevistada en el programa, dijo:
«En este momento, la ley no es un elemento disuasorio porque no hay un delito penal específico por aumentar, por lo que no se reconoce como un delito en sí mismo por derecho propio.
«En términos de enviar un mensaje fuerte clave de que el aumento es un crimen que no será tolerado, y para usar la ley como elemento disuasorio, no hay nada en la caja del estatuto que lo deje muy claro».
Dijo que esto sería análogo a otros delitos específicos consagrados en la ley, por ejemplo, la mutilación genital femenina o el matrimonio forzado.
Le dijo al Guardian: «No es común, pero se está volviendo más común. Parte de eso es el reconocimiento de que las leyes bajo las que vivimos, algunas se hicieron hace siglos. La Ley de Delitos contra la Persona utilizada en algunos casos de aumento se remonta al siglo XIX y es la legislación victoriana. Se trata de asegurarse de que la ley esté al día con los tiempos modernos en los que vivimos».
Alison Hernández, comisionada de policía y crimen de Devon y Cornualles y otra entrevistada en el documental, dijo que la policía «necesita entrar en modo de prevención para esto porque es un delito realmente difícil de probar». Esto se debe a que las drogas a menudo han abandonado el sistema de la víctima en el momento en que se presenta.
Instó a aquellos que han sido empujados a ponerse en contacto con la policía o con Crimestoppers para ayudarlos a establecer lugares donde haya problemas.
El documental traza a la presentadora Daisy Maskell mientras tiene su bebida pinchada por una profesora de psicofarmacología de la Universidad de Exeter, Celia Morgan, que ella misma fue pinchada y agredida cuando era adolescente, una experiencia que encontró «enormemente traumática».
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El profesor Morgan administra una dosis segura y los médicos supervisan a Maskell. Citando el riesgo de un ataque al corazón para las personas con presión arterial alta, Morgan dijo: «La gente de ahí fuera acaba de tener un completo descuido por la vida de otras personas. Y no tienen idea de cuál es una dosis que conducirá a la muerte o discapacidad permanente de alguien».
Maskell dijo que su experiencia fue «la más fuera de control» que jamás haya sentido. Durante el aumento, dijo: «Mi cuerpo ya no tiene la capacidad de hacer lo que sé que quiero hacer».
Maskell también se encuentra con víctimas de picos, incluida una que experimentó una «humillación pública» que encontró «realmente devastadora» cuando fue vengada por un amigo masculino cuyos intereses románticos rechazó, otra que se despertó al lado de una doble calzada, y una tercera que se acercó a la cama de un extraño, lo que la dejó con la sensación de que «la versión de lo que yo era antes está muerta».
Untold también se puso en contacto con las autoridades que otorgan licencias a pubs y bares sobre las políticas de aumento. De los 328 que respondieron, más de cuatro de cada cinco dijeron que no había ninguna referencia al aumento en sus políticas de licencias, mientras que siete de cada 10 dijeron que nunca habían ejecutado ninguna forma de campaña de comunicación relacionada con el aumento.
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El documental visita un pub en Exeter que está tomando medidas proactivas para proteger a sus clientes, con carteles en los baños instando a la gente a decirle al personal si creen que su bebida ha sido picada, y kits de prueba detrás de la barra.