Maizena, podría desaparecer de los estantes de los supermercados

La harina de maíz, mejor reconocida por la marca Maizena, podría desaparecer de los estantes de los supermercados, y pronto podría dejar de venderse para siempre, debido a la baja demanda de los clientes.

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Este producto, que está escondido en la parte trasera de casi todas las alacenas  de cocinas del país, es considerado un ingrediente crucial, a menudo infravalorado, que durante mucho tiempo se ha considera un elemento básico de la cocina tradicional británica.

Solía hacer de todo, desde espesar las salsas asadas del domingo hasta hacer galletas de mantequilla ligeras y desmenuzables, la harina de maíz era, y es, una necesidad para la mayoría de los cocineros caseros.

Pero ahora hay temores de que pueda desaparecer de los estantes de los supermercados para siempre, después de que Tesco anunciara que ya no estaba vendiendo el producto, como resultado de la «baja demanda de los clientes».

La revelación se produjo después de que un cliente infeliz publicara en Twitter preguntando a la empresa por qué ya no almacenaba harina de maíz.

Un portavoz de Tesco respondió diciendo: «Me temo que Cornflour ha sido descontinuado, debido a la baja demanda de los clientes».

Esto provocó indignación en el foro de Internet para los padres, Mumsnet, con los usuarios diciendo que, aunque a menudo no compraban el producto más de una vez cada seis meses, seguía siendo una parte esencial de su armario de alimentos.

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La harina de maíz se utiliza principalmente como agente espesante en alimentos a base líquida como sopas, salsas, guisos, guisos y natillas. Su textura fina significa que es menos probable que se forme en grumos en comparación con la harina ordinaria y tiene el beneficio adicional de estar libre de gluten.

Otra ventaja que tiene la harina de maíz sobre la harina simple como agente espesante es que no tiene sabor, por lo que se puede usar para espesar platos con sabor delicado.

También se puede usar al hornear dulces, como el pan de mantequilla. Ayuda a darle una textura ligera y una calidad de tipo «derreter en la boca».

En los salteados, la harina de maíz también puede ayudar a las proteínas en rodajas finas como la carne de res o el cerdo a dorar uniformemente sin cocinarse en exceso, mientras que al mismo tiempo convierte la soja líquida, el vinagre de vino de arroz y el mirin en una salsa para recubrir verduras.

También se puede utilizar para proporcionar más crujiente a otros platos de carne, como el pollo frito.

La harina de maíz se hace eliminando la piel y el germen del maíz y luego extrayendo el líquido almidón.

Esto se seca y se muela finamente para hacer harina de maíz.

Hasta 1851, la harina de maíz, o almidón de maíz como se conoce en los EE. UU., se utilizaba principalmente para procesos industriales, en lugar de para cocinar.

Thomas Kingsford, un panadero estadounidense, inventó por primera vez el «almidón de maíz» en 1842 cuando descubrió una manera de aislar el tejido de los granos de maíz mientras trabajaba en una fábrica de almidón de trigo en Nueva Jersey.

La almidón de maíz no se usaba originalmente en los alimentos

Sin embargo, Kingsford no tenía comida en mente: durante los primeros años de su existencia, el almidón de maíz se usó para lavar con almidón.

Y luego, en Paisley, en 1854, en las tierras bajas de Escocia, John Polson hizo un descubrimiento transformador.

Su empresa, que anteriormente fabricaba muselina, trabajó en cómo producir almidón culinario puro a partir del maíz.

Brown & Polson comenzó a producir almidón y harina de maíz a gran escala en la década de 1860.

Se convirtieron en el mayor fabricante de productos de almidón en Gran Bretaña y se les concedió la Orden Real.

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Fuera de la cocina, la harina de maíz se encuentra en una variedad de otros artículos cotidianos como talco para bebés, guantes médicos, bolsas de aire y adhesivos.

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